Luis Ángel Collado Cueto, Julimar da Silva Bichara y José María Mella Márquez
Jean Monnet Network AMENET
Dpto. Estructura Económica y Economía del Desarrollo
Universidad Autónoma de Madrid
El Convenio de Colaboración entre la Asociación Internacional de Economía Aplicada-ASEPELT y Africa, Mediterranean, and Europe Jean Monnet Network-AMENET ha dado sus primeros frutos. Frutos concretos de los que es un fiel reflejo este primer número monográfico de STUDIES FOR APPLIED ECONOMICS, que presenta los resultados de largos meses de investigación sobre los retos del desarrollo económico de África bajo el título “AFRICA: ECONOMIC TRANSFORMATIONS AND DEVELOPMENT CHALLENGES”.
AMENET es una red de 14 universidades europeas y africanas, liderada por la Universidad Autónoma de Madrid y financiada por la UE, que posee entre sus objetivos profundizar en la investigación de las relaciones de integración en el área geográfica del África subsahariana, el Mediterráneo y Europa. Se trata de un área que requiere perentoriamente hacer frente a desafíos demográficos de una envergadura gigantesca. Dar salida a los flujos migratorios irregulares y buscar nuevas opciones al envejecimiento demográfico europeo.
Adviértase que en el año 2050 la gran región África-Mediterráneo-Europa contará con tres mil millones de habitantes y a finales de este siglo serán cuatro mil millones (40% de la población mundial). La mayor parte de esos habitantes está integrada por población joven. Es lo que se denomina el “dividendo demográfico”.
Pero para que ese potencial sea realmente un “dividendo” y no un trágico fracaso, se necesita inversión, educación, salud y codesarrollo. Inversión para crear puestos de trabajo y empleo. Educación y formación profesional para responder a las nuevas cualificaciones del mercado laboral. Salud para reforzar los sistemas sanitarios frente a todo tipo de enfermedades y pandemias. Y codesarrollo basado en la cooperación Norte-Sur y Sur-Sur, la búsqueda de oportunidades fundadas en el beneficio mutuo y la voluntad política decidida de gobiernos e instituciones internacionales para diseñar estrategias orientadas por el bienestar de la población.
Estas serán, en realidad, las vías para hacer frente a todo tipo de radicalismos, garantizar una mayor seguridad y lograr un desarrollo sostenible robusto.
En el marco de las diversas actividades que realiza la Red Jean Monnet AMENET, los días 14 y 15 de noviembre de 2019 se celebró en Tánger (Marruecos) su I Congreso Internacional, auspiciado por la Universidad Abdelmalek Essaâdi. El evento contó con más de 150 participantes de diferentes universidades africanas y europeas. Durante los dos días se presentaron ponencias y comunicaciones sobre diferentes aspectos de la realidad africana desde la perspectiva de los vínculos económicos, sociales, institucionales y políticos con los países de la UE.
Uno de los diálogos más relevantes del Congreso y sobre el que más comunicaciones se presentaron fue el relativo a la importancia de la integración económica, no sólo entre Europa, África y los países del Mediterráneo, sino también la interna africana. En este sentido, varios estudios profundizaron en los impactos de experiencias como la Comunidad Económica de Estados del África Occidental (CEDEAO/ECOWAS), la Unión Económica y Monetaria del África Occidental (UEMOA), o la Comunidad Económica de los Países de los Grandes Lagos (CEPGL). Se abordaron las cuestiones comerciales, pero también los flujos de inversión entre estas regiones, los elementos de cooperación y los recientes movimientos hacia la integración monetaria, con sus correspondientes impactos sobre los países de la región.
Un elemento importante para la integración económica entre los países africanos y europeos es el papel desempeñado por la diplomacia económica. En las sesiones celebradas, investigadores de ambos continentes analizaron diversos aspectos de esa diplomacia y sus efectos sobre la implantación de empresas, el comercio o los movimientos de financiación, entre otros.
Algunos trabajos presentados permitieron analizar la creciente integración de África en las cadenas globales de valor. Además de contribuir a mejorar su participación en el comercio internacional y la globalización, esta realidad supone una oportunidad para la cooperación empresarial y la formación de clusters especializados en diversas actividades productivas a lo largo del continente. Las investigaciones destacaron cómo este desarrollo productivo abre grandes oportunidades para las compañías, no sólo multinacionales, sino también pequeñas y medianas que se insertan en ese tejido empresarial.
En lo que respecta a cuestiones productivas y sectoriales, el Congreso recibió numerosas comunicaciones que abordaban temas ligados al impacto las tecnologías de la información y la comunicación, más concretamente a su papel sobre el comercio regional e internacional y cómo pueden ser aprovechadas por los productores de los países africanos. Otro tema sectorial que también captó el interés de los investigadores fueron las cuestiones financieras y bancarias entre los países y sus efectos sobre el crecimiento y el desarrollo económico.
Uno de los aspectos que condicionará la evolución de África en los próximos años está determinado por el papel que puedan jugar el conocimiento, la creatividad, la innovación y la formación. Estos elementos son de la máxima relevancia para el continente, por su capacidad para mejorar la productividad y la competitividad, promover el desarrollo económico y favorecer la inclusión social, aspectos todos ellos abordados en el congreso.
En el análisis de las actividades productivas, hubo también espacio para tratar la importancia de las cuestiones ambientales, entendidas no sólo desde el punto de vista de sus impactos o de las restricciones que introducen, en particular en lo que respecta al cambio climático, sino también como oportunidad, por ejemplo, mediante la generación de energías renovables.
En el ámbito social del desarrollo, los asistentes profundizaron en el análisis de un problema estructuralmente ligado a la realidad del continente, como es la pobreza. Buena parte de las ponencias incidieron en su dimensión territorial, con énfasis en la situación de las zonas rurales y su dualidad respecto a las zonas urbanas, en continua expansión en el continente y donde la mejora de los niveles de bienestar es más evidente, aunque ello no impida la existencia de importantes bolsas de pobreza urbana.
El Congreso trató también de manera profusa los flujos migratorios entre África y la Unión Europea y sus impactos económicos y sociales. Uno de los más destacados es el que juegan las remesas de los emigrantes sobre la balanza de pagos de los países y, especialmente, sobre la renta disponible de las familias. Buena parte de los trabajos presentados profundizaron en el análisis de las políticas de la UE para regular los flujos migratorios, incluidas las de acogida de refugiados. No obstante, también hubo lugar para analizar las migraciones interiores en el continente que, de hecho, concentran la mayoría de los movimientos migratorios de los países africanos.
Aunque los elementos hasta ahora señalados son muy importantes para el futuro del continente, no cabe la menor duda de que cualquier avance que se pueda dar en el continente requiere de la mejora de las condiciones de paz y seguridad y del desarrollo de acciones con una clara visión geoestratégica. En el debate se trataron, entre otros, la prioridad que supone la lucha contra el terrorismo, los elementos que deben formar parte de esa nueva gobernanza africana y la importancia de la colaboración internacional en ese proceso, con énfasis en el papel que debe desempeñar la UE.
Este monográfico de la Revista Estudios de Economía Aplicada recoge algunas de las comunicaciones presentadas al Congreso, bien por ser representativas de los temas tratados, bien por aportar análisis y conclusiones que resultan especialmente novedosos o de interés en el momento actual. Sus seis artículos tratan de la problemática del desarrollo de África desde la perspectiva demográfica, de las relaciones económicas internacionales (los efectos de la IED, el comercio y los acuerdos de integración económica intra regional como con la UE sobre el crecimiento y el desarrollo), para concluir analizando la relación entre el sector turístico y los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) en el continente africano.
Sobre la cuestión demográfica, Ibrahim Ayoade Adekunle, Sheriffdeen Adewale Tella y Oluwaseyi A. Adedayo Adelowokan, en el artículo “Demographic Responses to Political Transformation in Africa”, analizan esta problemática teniendo en cuenta la relación entre las transformaciones políticas en algunos países de África y las medidas tomadas para potenciar la inclusión social y económica de las mujeres. Ese estudio contribuye a entender cómo ha ido transformándose el papel de la mujer en la sociedad africana y que la educación y la estabilidad política y económica son los principales determinantes de una mayor y mejor inclusión social, política y económica de las mujeres en África.
Posteriormente, cuatro artículos analizan los efectos de las relaciones económicas internacionales en el crecimiento económico de África. El primer de ellos, de Daniel Kwabena Twerefou, Festus Ebo Turkson, Belinda Frimpong-Wiafe (todos de la University of Ghana, Ghana) y Samuel Antwi Darkwah (de la Mendel University in Brno, Czech Republic), analizan el papel de la IED, la Ayuda Oficial al Desarrollo y las remesas en el desarrollo de África Subsahariana. A partir de un análisis estadístico sofisticado, muestran que la IED y las remesas contribuyen al crecimiento, mientras que, paradojamente, la débil calidad institucional no permite que la AOD también produzca efectos positivos sobra la economía. Por ello, sus recomendaciones de políticas públicas se dirigen a la mejorar la calidad institucional y la atracción de IED y remesas para fomentar el desarrollo económico. “Do foreign financial inflows impact on economic growth? Evidence from Sub-saharan Africa”.
El segundo de los artículos de la temática de economía internacional, elaborado por Margarita Billón y Ernesto Rodríguez Crespo (ambos de la Universidad Autónoma de Madrid), analiza el impacto del uso de las TIC en los flujos comerciales de los países de África Subsahariana. Sus resultados contribuyen a entender el papel positivo de las nuevas tecnologías en el comercio internacional entre los países subsaharianos y, además, su relación con las barreras al comercio, sugiriendo la necesidad de una mayor apertura comercial para que se optimicen los beneficios potenciales del uso de la TIC en el flujo de comercio intra-regional. “ICT use and trade facilitation: Impacts on bilateral trade of Sub-Sahara countries”.
Por otro lado, Esmat Mostafa Kamel (de la October University for Modern Sciences and Arts – Egipto), analiza los efectos comerciales de la aplicación de la RoO PANEURO en los países miembros del Acuerdo de Agadir-4 (Egipto, Jordania, Marruecos y Túnez) y los países de la Unión Europea. Sus resultados contribuyen a entender los efectos de una mayor integración comercial entre ambas regiones, al ofrecer evidencias de un significativo incremento del flujo comercial (en la industria química, autopartes y equipos de transporte, máquinas y equipos médicos y la industria alimentar) y, además, lo que es más importante, de cambios en la estructura del comercio entre ambas regiones (diferente composición de bienes finales e intermedios en el flujo comercial). “The rupture of the hub-spoke effect of bilateral trade flows when rules of origin are relaxed: The case of Agadir agreement countries”.
En la misma línea del análisis de las relaciones comerciales entre África y la UE, Antonio Fernández Álvarez (de la Universidad Autónoma de Madrid), estudia los principales contenidos del acuerdo comercial agrícola entre la UE y Marruecos, durante el período 2008-2017, y analiza los efectos de dicho acuerdo sobre el flujo comercial de productos agrícolas entre ambas regiones. Sus resultados muestran evidencias de los efectos positivos de los acuerdos comerciales sobre el desarrollo sectorial de un país. Identifican que la agricultura marroquí ha ganado ventajas competitivas en el mercado de la UE, aumentado y diversificando un flujo de exportaciones. “Moroccan agricultural products in the single market: Trade flows and competitiveness”
Este monográfico se cierra con un excelente análisis de José Miguel Rodriguez Antón (de la Universidad Autónoma de Madrid) sobre la relación entre el turismo y los Objetivos del Desarrollo Sostenible – ODS en el continente africano. Resaltando el enorme potencial turístico de la región, estudia las condiciones necesarias (íntimamente relacionadas con los ODS, como destaca el autor) para que el sector se transforme en un impulsor del desarrollo, creando empleo y renta. El autor, además, resalta el papel de la economía circular como instrumento clave para el diseño de políticas públicas tendentes a mejorar tanto la sostenibilidad de este continente, especialmente en su vertiente económica, como su nivel de competitividad turística. “Relationship between tourism and sustainable development goals in Africa: Circular economy as a future bet”